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Mi experiencia como presidenta de primer ciclo en la Escuela de Comunicación

Mi experiencia como presidenta de primer ciclo en la Escuela de Comunicación


Cambiar el colegio por la universidad no siempre es fácil. Cambian los compañeros y la forma de estudiar; surgen nuevas expectativas y también nuevos desafíos. Paula Palacios, presidenta del ciclo que ingresó a la Escuela de Comunicación en septiembre de 2019, cuenta su experiencia en este blog. 

Pasar del colegio a la universidad ha sido un cambio brusco para mí y para mis compañeros.

En el bachillerato no veíamos la hora de ya estar en la universidad, utilizamos frases como: “En la universidad por fin voy a estudiar lo que me gusta”, “en la universidad voy a tener más libertad”, “¡en la universidad sí me voy a dedicar!”, etc.

Y así íbamos posponiendo nuestras actividades esperando con ansias la llegada de la vida universitaria. Pero sí, teníamos razón, en la universidad por fin tenemos más libertad, estudiamos lo que nos gusta, por resultado nos dedicamos, nos volvemos más responsables y empezamos a coger las riendas de nuestra vida.

Como en todo, existen aspectos tanto buenos como malos, sin embargo, en este salto a la universidad predominan los buenos. Existen detalles que parecen insignificantes pero que de una u otra manera son nuevos para mí y para mis compañeros. Desde poder estar conectados activamente con un profesor por medio de WhatsApp, hasta nosotros poder elegir el horario de exámenes.

Como estos existen muchos detalles más de los cuales todo este ciclo hemos conversado y compartido las experiencias entre nosotros. Es muy agradable que en el curso podamos compartir lo que sentimos sobre este nuevo cambio al entrar a la universidad y nos podamos apoyar entre todos.

El reto más grande que me tocó al ser la presidenta, fue la Pampamesa. La Pampamesa es un evento realizado por la Escuela de Comunicación todos los años y es organizado por los estudiantes de primer ciclo. Para el mismo se necesita elegir un tema, los estudiantes y profesores se disfrazan y hacen su presentación. A todos los ciclos se les dice que comida llevar al evento, y el primer ciclo es el encargado de ver las carpas, la música, y de dar una comida a todos los estudiantes y profesores.

Aquí fue donde empezó el “reto”. La elección del tema fue en lo que más nos demoramos, ya que en primer lugar nunca habíamos asistido a una Pampamesa y en segundo lugar en el curso tenemos diferentes gustos. Los hombres, por su parte querían hacer de deportes, propusieron que cada ciclo se disfrace de un equipo de fútbol diferente y que los profesores se disfracen de directores técnicos.

Por otro lado, las mujeres sugerimos el tema de Disney clásico, propusimos que cada ciclo se disfrace de una película diferente y que los profesores se disfracen de los villanos de las mismas. Finalmente y después de varios momentos de desacuerdo, democráticamente ganó el tema de Disney clásico.

En los otros aspectos, de conseguir las carpas, la música y la comida, fue sencillo ya que todo el curso se comprometió y ayudó. UDAFE por su parte nos facilitó el acceso a las carpas. La Universidad nos ofreció su apoyo en lo que consultábamos.

Un aspecto muy importante que llamó la atención tanto la mía como la de mis compañeros, es el tema de las instalaciones y de las personas que trabajan en la Universidad. Llegar todos los días a nuestro edificio de ladrillo visto y que al estar subiendo al aula escuchemos un saludo de buenos días del Leo, el conserje, es una de las cosas que hace que nos sintamos importantes y bien estando en la universidad.

Los profesores nos han brindado su apoyo en este ciclo de acoplamiento a esta nueva vida, nos han guiado y motivado a algunos que se quisieron dar por vencidos. Gracias a Cecy Ugalde empezamos a fijarnos en los logos de las empresas, gracias a Caro Ávila sabemos cómo tenemos que actuar en el siguiente paro nacional, gracias a Matías Abad podemos hablar en público sin miedo alguno, gracias al Julio Peñaherrera podemos tomar una buena fotografía y usarla en el Ilustrador para los trabajos de la Catalina Vintimilla, gracias a la Caty González y a la Jheimy Pacheco sabemos usar SPSS a la perfección y finalmente gracias a Matías Zibell descubrimos el maravilloso mundo de la lectura, escritura y personalmente yo descubrí el de las tildes.

Solo estamos en la vida universitaria un ciclo y hemos aprendido bastante de nuestros profesores como profesionales, pero también hemos aprendido de ellos como personas. En nombre de todo mi curso estamos agradecidos con ellos y con la universidad, y estamos ansiosos por saber qué nos espera los siguientes años en la Escuela de Comunicación.

Finalmente, mi experiencia como presidenta en esta nueva etapa fue muy agradable, una experiencia que si por mi fuera la haría hasta concluir la carrera. Estoy muy agradecida con mis compañeros por haberme elegido y con la Escuela de Comunicación por ofrecerme este espacio.

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